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4 consejos para mejorar tus tweets

Para las empresas, manejarse bien en Twitter requiere disciplina. Aunque no lo parezca, esta es una red social muy exigente. Su formato de mensajes plantea un desafío conceptual, que condiciona todo el proceso de comunicación. Paradójicamente, el ejercicio de la lectura se ve comprometido por el ejercicio de la escritura.

Por un lado, reducir la información a un espacio mínimo la volverá densa y dificultará su comprensión. Por otro, nuestro mensaje nunca estará solo, convivirá en un flujo continuo, entre miles de rivales que se entorpecen mutuamente por atraer la atención de los seguidores. Nuestro tweet debe ser especial, si quiere ser identificado y rescatado de ese torbellino, y debe lograrlo en una centésima de segundo.

Hay otra paradoja no menos inquietante: en esta red, no siempre coincide la buena praxis del social media con la excelencia del mensaje. A veces, lo que es bueno en un caso perjudica en otro y viceversa. Por ejemplo, las buenas prácticas recomiendan indicar las fuentes de la información; sin embargo, el tweet perfecto evitará hacer menciones. Estas pautas pueden ayudarte:

 

1. Imágenes

Los mensajes con imágenes se comparten más, pero no vale cualquier imagen. Al elegirlas, asegúrate que ilustren el motivo correctamente y que evoquen emociones, tengan gancho o impacten. Piensa en su calidad, que tengan buena resolución más allá de la pantalla del móvil, que sean de lectura inmediata y te pertenezcan o estén libre de derechos (en Creative Commons, Gratisography, o Unsplash tienes montones de ellas gratis).

 

 

2. Enlaces

El contenido real, normalmente, no está en el tweet porque no hay sitio para ello. Incluso el enlace que conduce hasta él resulta demasiado largo. Puedes acortarlo con herramientas gratuitas como Bit.ly, Google URL Shortener o herramientas profesionales como HootSuite. Introdúcelo con frases atractivas, crea intriga y da a entender por qué tiene valor o despierta interés. Un link en mitad del mensaje es más eficaz que si lo colocas al final.  

 

 

3. Hashtags

Esta es la llave que agrupará todos los tweets que compartan un tema, alojándolos en un contexto común. Crear el hashtag perfecto es una pequeña ingeniería. Debes saber que un único hashtag funciona mejor que varios a la vez. Si lo introduces de forma natural en la frase, se leerá más fácilmente. Elige palabras que hagan referencia al motivo de la campaña y a su sector. Comprueba en search.twitter.com que no haya sido utilizado antes. Se recordará mucho mejor si resulta ingenioso y pegadizo. La longitud de 11 caracteres es estadísticamente la más eficaz.

 

 

4. Mensajes directos

Es un recurso desaprovechado. No solo sirve para agradecer a los nuevos followers que nos sigan. Si evitas campañas genéricas e indiscriminadas, te ahorrarás que te consideren spam. Herramientas como SocialBro permiten fragmentar tu cartera de seguidores, para enviarles comunicados personalizados. Ahora Twitter permite enviar mensajes privados en grupo hasta 20 cuentas. En los mensajes directos no debes usar fórmulas comodín, sino aprovecharlos para un trato de tú a tú, individualmente. Ofrece al destinatario algo de valor que le beneficie y ganarás enteros.

 
https://youtu.be/XNnVH-mwSdM

 

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